PIA, la “tarjeta” para los liberados que apunta a bajar la reincidencia delictiva

El Ministerio de Desarrollo Social lanza el Proyecto de Inclusión Asistida, un plan piloto de ayuda técnica, social y económica a exreclusos.

El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) comenzará implementar a fines de noviembre el Proyecto de Inclusión Asistida (PIA), destinado directamente a reducir la reincidencia de quienes cumplen su pena y salen de la prisión a través de apoyo técnico, social y económico.

Se trata de un plan piloto que durante siete meses asistirá a 420 presos recién liberados en forma progresiva. Durante ese período recibirán la Tarjeta “PIA Básica” con un monto equivalente a unos $ 1.600 mensuales, que estará asociada a su documento de identidad. También se les entregará la “PIA Transporte Metropolitano” por $ 400 al mes, o su equivalente en boletos interdepartamentales.

En diálogo con El País, la jefa de Gabinete del Mides, Annick Peter, sostuvo que el componente “estrella” del plan será la red de contención con la que contará la persona cuando salga de la cárcel. Es que una de las bases de la iniciativa, según explicó, es la asignación a todos los egresados del sistema carcelario de un técnico que será un “referente” y que darán seguimiento y orientación a lo largo del período previsto.

Los liberados recibirán además asistencia para trámites básicos y al acceso a otro tipo de programas bajo la órbita del Mides. El objetivo no es otro que ofrecer una alternativa al retorno a prisión.

El nuevo Índice de Reincidencia Penitenciaria presentado en setiembre por el Ministerio del Interior demostró que, entre los que fueron excarcelados en 2019, el 29% reincidió seis meses después. El relevamiento de personas en la calle divulgado este año mostró a su vez que el 53% de los que estaban en esa situación habían estado presos. Los últimos datos procesado por el Mides indican además que, en promedio, 26 personas son liberadas diariamente de alguna cárcel. Este piloto estará enfocado en la Unidad 4 de Santiago Vázquez. Las condiciones, que se están ajustando, indican, que podrán ser elegibles los reclusos a los que les resten seis meses de pena y que no hayan cometido delitos sexuales, de violencia de género, lavado de activos y por narcotráfico.

El plan incluye contraprestaciones. Los beneficiarios deberán tener una entrevista con el técnico asignado un mes después de su liberación. Al segundo y al cuarto mes deberán presentarse ante cualquier oficina del ministerio. Allí se procederá a recargarles las tarjetas.

En diálogo con El País, el ministro Martín Lema sostuvo que el proyecto busca “garantizar la libertad” plena de los liberados e incidir tanto en la reincidencia como en el fenómeno de calle entre los exclusos. “Entendemos fundamental apuntar a esta red de contención e inclusión social”, afirmó el ministro. Lema agregó que, transcurridos los siete meses previstos, la secretaría evaluará el impacto que este plan pudo haber logrado en ambos factores.

En agosto de este año el comisionado parlamentario, Juan Miguel Petit, le había planteado personalmente a Lema otorgarle algún tipo de prestación -como la Tarjeta Uruguay Social– a las personas que salían de prisión como forma, justamente, de facilitar su reinserción y evitar que, ante una situación de vulnerabilidad, tuvieran que volver a recurrir al delito para subsistir. También le sugirió que, en las instancias previas a su liberación, pudieran acceder a teléfonos celulares para favorecer su revinculación.

Efectos de una política “simple y relevante “

En el Mides tienen presente un estudio realizado entre otros por el economista Ignacio Munyo que demostró que uno de cada cuatro reclusos recién liberados reinciden en su primer día en libertad. Ese trabajo, publicado en 2014, se señala que una política “tan simple como relevante”, como el subsidio que se les otorgue a su salida, puede tener un impacto significativo. Según ese trabajo, la reincidencia durante el primer día en libertad podría ser eliminada aumentando, en ese entonces, de $ 30 a $ 100 la ayuda otorgada. Es que, según el análisis, los delitos que cometen los expresos durante ese primer día están vinculados a la supervivencia o a necesidades de consumo insatisfechas: hurtos y rapiñas. También que sus responsables son principalmente hombres solteros, sin redes de contención.

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