Un día entero pedaleando: el uruguayo Jorge Vidart completó 647 kilómetros sobre su bicicleta sin parar
El ciclista fue vicecampeón de un gran fondo en el desierto de Anza-Borrego (California, Estados Unidos), en una prueba contrarreloj en la que gana el que recorra más kilómetros en determinado tiempo.

El ciclismo se caracteriza por sacrificios increíbles en distancias interminables. Normales para los pedalistas, inconcebibles para los demás.
El recorrido más largo que se corre en una etapa de la Vuelta Ciclista del Uruguay, por ejemplo, es de 220 o 230 kilómetros. Del Tour de Francia entre 270 y 300. Sin embargo, esas carreras quedan cortas comparadas con los grandes fondos, como el que corrió el uruguayo Jorge Vidart (61) en Estados Unidos.
“Es un campeonato mundial de diferentes categorías y de seis, 12 o 24 horas. Yo competí en la categoría de 60 a 69 años y en el de 24 horas”, contó el ciclista a Ovación.
La competencia consiste en una prueba contrarreloj, pero en lugar de controlar el tiempo en determinada cantidad de kilómetros, se hace al revés: gana el que complete más kilómetros en determinado tiempo.
El uruguayo fue el segundo mejor ubicado al recorrer 402 millas (647 kilómetros) en 23 horas, 53 minutos y 06 décimas de “pedaleo efectivo”. “Se pierde tiempo cuando parás para aprovisionarte u orinar, aunque no está permitido en cualquier lado. Ahí rompí las reglas”, bromeó. También aclaró que “a veces ni siquiera ponés pie a tierra, solo disminuís la velocidad y los acompañantes te cambian las caramañolas y llenan los bolsillos con comida”.
La zona de “boxes” es enorme, según contó, y es donde los competidores instalan gazebos para el apoyo logístico. “Al ir desde Uruguay, mi box era un auto, donde estaba mi hijo con alimentos, bebida y materiales necesarios por cualquier inconveniente”.

Según dijo, se corre en un circuito llano de 30 kilómetros y se termina en uno más corto “de entre 8 o 9 dentro de la ciudad, más pintoresco y con gente alrededor” en las últimas dos horas.
“Se larga a las 17:00 horas, se corre durante toda la noche y se termina al otro día a las 17:00. El lugar es el desierto de Azna-Borrego (California, Estados Unidos), de noche hace muchísimo frío, se te cruzan muchísimos coyotes y también se ven correcaminos”, relató.
Al final de la carrera promedió 27 km/h, pero cuando iba la mitad del recorrido promediaba 33, aseguró. Sin embargo, a esa altura de la carrera iba en la sexta posición. “Con el correr de las horas empezaron a caer los de adelante. Un irlandés salió a seguirle el ritmo al alemán (el ganador de la prueba, Peter Scherrer, con 705 km), pero a las 14 horas entró a boxes y no salió más. Al francés (tercero) lo pasé a las 22 horas. En ese momento especulás, porque quizás él viene recuperando, te deja cocinarte adelante y te vuelve a pasar faltando media hora. Pero a esa altura saqué fuerzas no sé de dónde, agaché la cabeza y lo pasé, antes de entrar al circuito chico”.

Vidart explicó que para correr, evalúan el currículum deportivo de cada ciclista, por el nivel de exigencia. “Yo he corrido varios grandes fondos: en el Desierto de Sahara, en Costa Rica, en Atacama, crucé la cordillera desde la pampa argentina a la chilena. Esta carrera ya la había corrido también en 2021. Además corrí otra de 24 horas de MTB”, detalló.
En cuanto a la preparación en Uruguay: “Haciendo distancias largas”. “Entrenamientos de alrededor de 200 km. Hice tres veces Montevideo-Paysandú, que son unos 370. Mi señora me pasaba en el camino y me esperaba allá. El último lo hice en 11 horas y media, y me di cuenta de que estaba bien preparado para este desafío”, resumió.
¿Volverá a correrla? “Es muy reciente, quizás en otro lugar, una aventura nueva”, confesó.