Gremio de profesores de UTU denuncia pérdida de cursos y grupos

La instancia de “planillado”, en la que se confirman los cursos y las clases que se darán en el 2022, fue realizado el día miércoles en Nueva Helvecia. Allí de acuerdo a lo que informa el sindicato de profesores se confirmó la pérdida definitiva de cursos en todos los centros del departamento, y en otros casos el aplazamiento de la decisión para el mes de febrero, lo que dependerá de los anotados

Tal como sucedió en todo el país, en la jornada donde se realizó el planillado correspondiente a cada departamento, AFUTU (Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo de Uruguay) realizó un paro de 24 horas, aspecto que en San José se dio el pasado miércoles. Consultada al respecto la referente del sindicato Ana Borges informó que “Paramos las actividades en todo el departamento, no de modo casual, sino para poder acompañar el planillado, que es el momento en el que se aprueban los cursos para el año siguiente. El sindicato es parte, aunque este año no fuimos convocados de la misma manera, concurrimos algunos representantes ya que nos parecía muy importante. Tenemos claro que al ciudadano de a pie, quien deja al chico o chica en el centro educativo, le molesta. A veces no tenemos la posibilidad de explicar que es verdad que fuimos a defender nuestro trabajo, que entendemos no está mal y justifica por sí mismo parar, sino que también es en defensa de los grupos y cursos que no van a haber más, y que el día de mañana cuando una persona vaya a anotar a ese joven no va a poder contar con la oferta que antes tenía”.

En la instancia, de acuerdo a la versión del gremio, se confirmó el recorte en cantidad de grupos, así como en cursos enteros, que ya no se dictarán en diversos centros UTU de San José: “nos vinimos muy amargados, hemos sido casi los últimos en la instancia de planillado, veníamos observando un duro recorte en todo el país y no quedamos ajenos. Nos preocupa enormemente, conocemos el territorio y sabemos que los estudiantes después de determinada edad necesitan trabajar, UTU ha apostado históricamente al campo laboral, y parte de los recortes grandes están en los cursos de formación profesional básica. Hay cursos que han sido pilares de toda la vida, y ya no van a estar, nos genera especial atención la situación de escuelas pequeñas donde si se sigue con esta política es posible que dejen de existir”.

El cálculo de las horas de clase que se perderán desde el 2021 al 2022 aún no está claro, de acuerdo a lo informado por Borges producto de que no se les brindó el dato afinado, y es la primera vez que sucede: “esto nos llama la atención, antes de terminar cada planillado siempre se nos dio la información, nosotros tenemos nuestros apuntes y podremos hacer el cálculo, en todos los años anteriores era simplemente hacer la comparación de los datos que se nos entregaban”.

Existen también quejas al respecto de la información con la que se llegó a la toma de decisiones: “Fue todo muy diferente a antes, no supimos previamente como antes pasaba cuantos alumnos había inscriptos a la fecha desde las escuelas hacia UTU, lo que permitía ser más certero para pedir grupos de primer año, ni siquiera los directores tenían ese dato, de ese tipo de irregularidades hubo muchas. Por la matriz previa sabemos cuantos chicos y chicas pueden llegar a asistir, pero se tenía el dato concreto, que siempre se tuvo”. Existe aún una instancia más de planillado, que será en febrero, en la que algunos de los cursos y grupos sabrán si se mantienen o no – lo que dependerá de la cantidad de jóvenes interesados – otros ya quedaron definitivamente de baja.

Los profesores agremiados ven un cambio del paradigma de la educación con el que no están de acuerdo: Borges explicó que “los estudiantes pasaron a ser números fríos, no es lo mismo una determinada cantidad de anotados en una clase en Ciudad del Plata que en otra de Ecilda Paullier o Rafael Perazza, depende de la población en el lugar si es poco o mucho. No se consultó a los actores directos de la comunidad educativa, para quienes ese número tiene nombre y apellido, personas a quienes si les quitas el curso y tienen que ir a hacerlo a otro lado seguramente sea perderlo”. De acuerdo a su versión una de las consecuencias de este cambio ayuda a la privatización de la educación: “si UTU no me brinda la posibilidad de estudiar lo que quiero, o pone en duda el curso que pretendo hacer, capaz que si tengo la oportunidad lo anoto a un curso privado”.

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