El Rover Perseverance cumplió un año de presencia en Marte
El rover Perseverance es el vehículo de exploración más complejo jamás enviado a Marte. Y acaba de completar con éxito el primer año de su larga misión cuyo objetivo es buscar rastros de vida pasada en el planeta rojo, manteniendo en vilo a los científicos del mundo.
El 18 de febrero de 2021, el rover de la Nasa aterrizó en el planeta Marte tras un viaje de siete meses. El mundo entero mantuvo la respiración mientras descendía por la fina atmósfera marciana. Siete largos minutos de «terror» terminaron en un inmenso alivio cuando el vehículo llegó a salvo a un antiguo lago, el cráter Jezero.
A esto le siguieron tres meses de exploración de una zona bastante hostil. En sus primeros días, el aparato fue capaz de grabar sonidos y transmitirlos a los habitantes de la Tierra. Desde entonces, cada día un equipo de científicos revisa las últimas informaciones detectadas por el vehículo. En doce meses, la comunidad científica recogió una cosecha de datos sobre mineralogía, atmósfera y meteorología, y decenas de miles de imágenes del planeta rojo.
La fecha del primer aniversario de su misión coincide además con la del millonésimo disparo de láser en Marte, una tecnología diseñada para leer la composición química de las rocas. La parte más difícil es pilotar el vehículo, compartido alternativamente y conjuntamente cada dos semanas entre la agencia espacial francesa en Toulouse y el Laboratorio Nacional de Los Álamos de la Nasa, en Estados Unidos.
Cada día, entre 100 y 200 personas dirigen el aparato. Hasta ahora, Perseverance recorrió cuatro kilómetros, incluyendo un récord de 500 metros el pasado fin de semana. Con cada avance, el aparato debe recargarse. Pero no hay necesidad de apurarse: la idea de la misión es tomar unas 40 muestras bien elegidas a lo largo de seis años. El objetivo es que otra misión las traiga de regreso a la Tierra en la década de 2030.
Tras unos primeros pasos en el fondo del cráter Jezero, Perseverance se dirigirá ahora hacia el delta de lo que creen fue un amplio río hace miles de millones de años, situado a dos kilómetros, pero separado por una duna. Precisamente este entorno antiguamente fértil, donde se acumularon elementos minerales, es el más favorable para el desarrollo de una vida de tipo microbiano y que los científicos están buscando con impaciencia.
Mientras tanto, a 400 millones de kilómetros, Perseverance sigue trabajando como el gran embajador de la Tierra en Marte.