«Creo mucho en el ambiente que puedas generar y en la energía»
Finalista del torneo uruguayo con Rentistas, habiendo ganado la semifinal tras alargue y penales el miércoles por la noche, horas después el jueves a la mañana Damián Malrechauffe le dedicó una hora de su tiempo a charlar en 2 de Punta. El marcador central se inició en Danubio donde fue campeón uruguayo un par de veces, jugó en el exterior en Tijuana (México), Cúcuta (Colombia), Colo Colo (Chile) y Quilmes (Argentina), además defendió los colores de Racing de Sayago y actualmente lo hace en el «bicho colorado». Estas son algunas de las frases que dejó en Otra Cabeza:
El zaguero contó como se inició en el fútbol, desde muy chico vinculado a Danubio: «Como todo niño arranqué por diversión, hice todas las inferiores en Danubio, llegué en décima cuando se jugaba en el Forno, un lugar emblemático que nos marcó a todos de chicos. Después pasé al Complejo Del Campo en formativas hasta llegar a primera. Ya en un momento estaba convencido que quería ser futbolista profesional, no era fácil por la cantidad y calidad de jugadores en Danubio. Ahora estoy más grande pero en ese momento era muy introvertido, trataba de escuchar a los más grandes y tomar las cosas buenas, sabía que no era un virtuoso, que mi rol era otro. Estaba rodeado de grandes jugadores y referentes, lo mío era escuchar a los compañeros y al entrenador. Siempre escuché más de lo que hablo, fue una buena estrategia».
Tras un pasaje por inferiores con buenas y malas, llegó la chance de jugar en primera: «En Formativas no me tenían mucho en cuenta, algunos técnicos sí entendieron que le podía aportar al equipo con mis cualidades, hay edades en inferiores que se nota la diferencia de edad, los cambios físicos y mentales juegan un rol importante hasta que en un momento se empareja. Nunca hay que bajar los brazos, me pasó todo muy rápido desde que me ascendió Gerardo Pelusso, había un equipo muy maduro, muy competitivo. Es como que nos acostumbramos a ganar, viví el primer campeonato y dije que quería más de eso. Uno ahí no se daba cuenta lo difícil que es ser campeón, siempre era Nacional y Peñarol, en ese Danubio éramos muchos compañeros de inferiores, no se pueden olvidar más esos momentos».
Tras años en la institución llegó la primera salida, y las posteriores: «La primera salida fue a México, me tomó un poco de sorpresa y cuando escuché Tijuana en segunda tenia muchas dudas aunque me quería ir, fue una linda experiencia. Fui con Analía que era mi novia y hoy es mi señora, después vinieron Cúcuta de Colombia y Colo Colo de Chile, ahí me enfermé y no pude rendir como quería, volví a Racing y metimos una buena campaña con Larriera. Después fui a Quilmes en Argentina, un fútbol que disfruté un montón por ejemplo por el entorno, un club lindo con gente muy linda. En el 2007 me convocó Tabárez a la selección para un par de partidos con jugadores del medio local, entrené pero finalmente no quedé en el grupo, fue una muy linda experiencia de dos semanas, no me olvido. De Danubio fuimos Jorge García, Juan Manuel Salgueiro, Walter Gargano, Nacho González y yo».
Rentistas hizo una enorme campaña, se destaca el rol del técnico y el grupo formado «el entrenador depende de los jugadores, son los que le van defender su idea y representar, esto es un juego pero hay personas en el medio, la forma de ser y como llevarte con el otro influye mucho. Yo creo mucho en la persona, en el ambiente que puedas generar y en la energía. En un grupo muy grande no todos pueden ser amigos pero si tener esa armonía que a la hora de defenderse y sacar realmente el equipo de adentro se vea reflejado, es muy importante. Cuando me dijeron de ir a Rentistas era porque confiaban en mí para un rol de referente, de liderazgo, estábamos en la B y el objetivo era poner al club en primera y generar un grupo fuerte, tenían las metas claras, no sabíamos que podía pasar todo lo que está pasando hoy».