Estudio reveló la clave de la felicidad

¿Qué nos hace felices? Hace más de ocho décadas, la Universidad de Harvard se propuso dar respuesta a una de las preguntas más fundamentales de la existencia humana y puso en marcha uno de los estudios más importantes hasta la fecha sobre este tema.

Para eso eligieron a una población de cientos de personas y durante años estuvieron entrevistándolas, haciéndoles análisis y siguiendo su desarrollo profesional y personal. Luego de ocho décadas de investigaciones, algunas de sus principales conclusiones se publicaron en un libro -Una buena vida- que todavía no llegó a Uruguay, pero podría hacerlo muy pronto.

La investigación arrojó, por ejemplo, que el 76% de las personas entrevistadas siendo jóvenes, declararon que su principal objetivo en la vida era “hacerse ricos” o “ser famosos”. Sin embargo, cuando le consultaron a esas mismas personas acerca de sus objetivos, pero diez años más tarde, el deseo de la fama ya no figuraba entre los primeros puestos, y el dinero seguía siendo importante, pero con algunos matices.

Ya no existía un deseo de ser ricos, pero sí tener una carrera profesional respetable y poder vivir libre de deudas. Lo que refleja ambiciones más moderadas respecto a la realidad de los individuos a medida que experimentaron con sus vidas.

Sin embargo, mientras los años seguían avanzando, los participantes del estudio ya no consideraban al trabajo o al dinero como fuentes de felicidad duradera. El factor principal, según el estudio, es tener relaciones buenas y sólidas.

“Las personas con una conexión más íntima con la familia, los amigos y la comunidad son más felices y, además, gozan de mejor salud”, apuntó un artículo publicado en la revista semanal de El País de España.

En este sentido, las personas que demostraron ser más felices a lo largo del tiempo fueron aquellas que pudieron cultivar vínculos íntimos con los que compartir alegrías y tristezas.

Según detallaron los autores de la investigación, “los amigos nos pueden rescatar cuando estamos en horas bajas, nos proporcionan una importante conexión con nuestra propia historia y, quizás lo más importante de todo, nos hacen reír. A veces no hay nada tan beneficioso para la salud como pasarlo bien”.

Un detalle importante es que los vínculos de calidad fueron fundamentales para el ser humano incluso desde sus orígenes. Hace miles de años, aquellas personas que pertenecían a una tribu eran las que tenían posibilidades de sobrevivir. Hoy eso sigue siendo un factor clave para nuestro bienestar, como demostró el estudio.

Es por eso que los investigadores sugieren que centrarse en los vínculos, dejando un poco de lado otros estímulos como el profesional o el económico, es una fuente de bienestar que nadie debería subestimar.

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