Ministro Heber insiste con iniciativa de permitir allanamientos nocturnos
El ministro del Interior, Luis Alberto Heber, visitó este miércoles la Jefatura de Policía de Canelones y la Escuela de Policía del departamento donde volvió a plantear la iniciativa de permitir los allanamientos nocturnos.
En este sentido, en rueda de prensa, el titular de la cartera de seguridad fue consultado sobre si consideró inesperada la discusión sobre el tema. En primer lugar, aseguró que es una discusión vieja que se vienen dando y recordó que esta iniciativa estaba dentro de la propuesta que llevó adelante el exministro del Interior Jorge Larrañaga. «Uno de los temas principales era el tema de los allanamientos nocturnos. Y a mi juicio, si fuera solo esta consulta, no tengo dudas que hubiera arrasado en la opinión de la gente», opinó.
El secretario de Estado argumentó en primer lugar que en el resto del mundo no existen países que no tengan este instrumento, salvo Portugal y Uruguay. «Todo el resto del mundo tiene la posibilidad de hacer un allanamiento nocturno. Lamentablemente desde 1830 está en nuestra constitución de que no se puede entrar al hogar como un sagrado bien para preservar», sostuvo.
Además, afirmó que es una cuestión que tiene que «analizar el Parlamento» y que tendrá que terminar con una reforma constitucional o una ley interpretativa. Según dijo, a todos los casos que consultaron, le recomendaron hacer una reforma constitucional. «Si es el camino que tenemos que recorrer, lo tenemos que hacer porque la Policía está ciega, sorda y muda de noche», dijo.
«Ahí hay gente que está traficando con el futuro de nuestros hijos y puede estar provocándose un asesinato y la Policía no puede entrar. Puede haber un secuestro, puede haber una sospecha de vida y no puedo asistir. Es un absurdo de nuestros tiempos y de esto hay iniciativas de todos los partidos políticos», concluyó sobre este tema.
En otros asuntos, Heber destacó los «resultados auspiciosos» de la seguridad en nuestro país y volvió a recordar las tres bases de acción: continuidad de lo que se venía haciendo en la gestión de Larrañaga, respaldo a la Policía y la consecuencia como resultado en cuanto a la lucha contra la delincuencia. «Los números son más que auspiciantes», dijo, e informó que las rapiñas descendieron un 26%, los hurtos un 30%, los homicidios un 25% y un 19% los delitos por violencia doméstica.