El «Chino» Recoba pasó por Otra Cabeza
Con un talento particular para jugar al fútbol, el surgido en la cantera de Danubio y con pasaje previo por Nacional partió a Europa donde formó parte de un recordado Inter de Milan repleto de hombres del Río de la Plata. Su carrera del otro lado del Atlántico lo llevó por Torino y Venecia también en Italia, y por Grecia donde jugó para Panionios. A la vuelta por el fútbol uruguayo retornó a la franja, y después se dio el gusto de cerrar su carrera en su querido club tricolor. Horas antes de ser confirmado como nuevo integrante del cuerpo técnico del primer equipo albo, noticia de la que vale hacer mención no largó prenda en la nota desarrollada en «2 de Punta», charló con Marcos Vitette y Matías González.
El «Chino» vuelve al ruedo del fútbol en días, pero hasta el momento ha estado vinculado a otras actividades, la última como cocinero del reconocido programa de cocina del Canal 10: «La gente por la calle me grita como te robaron en la final de Masterchef, ya ni se acuerdan que jugué al fútbol, los más chicos ni saben y me dicen si soy el que cocinaba, es divertido. Me parece que fue ayer que dejé de jugar al fútbol, en estos días vi en VTV la despedida mía y no me parece que hace tanto, ver cosas me vuelve a emocionar como momentos míos cuando debute en Nacional. Te das cuenta que la vida pasa rápido y depende como la asumís, me sigo sintiendo un gurí: joven y pleno. Hay que afrontar la vida y llevarla de la mejor manera, elijo lo que quiero hacer y eso no tiene precio. No ando proyectando para adelante, encaro con todo lo que va apareciendo y me gusta, ahora mis tiempos los manejo yo».
En la charla futbolera uno de los tópicos pasó por su vínculo actual con el deporte, y la nueva herramienta de video arbitraje: «Me gusta el Var, no tengo memoria tan larga para ver cuántas veces en mi carrera me pudo ayudar o perjudicar, seguramente hoy mirando otras épocas me hubiese ayudado mucho que existiera en mis equipos y la selección. También es verdad que con Nacional ganamos un clásico con el gol que le rebota en la mano a Sebastián Fernández y con Var te la cobran, a mi me da tranquilidad aunque hay seres humanos y se pueden equivocan, seguro hay menos margen de error y estás más tranquilo. No me imagino a un equipo comprando al Var, antes pensábamos que el juez nos estaba robando o favoreciendo. El tiempo dirá si hizo bien esta modalidad o no, acá no podemos tener, si los jugadores muchas veces no tenemos ni siquiera un buen vestuario para cambiarnos».
Nunca fue de observar una gran cantidad de encuentros, y tampoco lo hace actualmente: «Depende de que partido estén pasando mi interés por verlo, no soy de estar pendiente de ver que juego hay en la televisión, en los últimos tiempos no se ni en qué día estamos. No soy un enfermo de mirar fútbol, veo al equipo de algún amigo. Por estar en Nacional me llega la invitación para ir a la cancha, fui a algunos y a otros no, me resulta raro estar y escuchar las cosas que dice la poca gente que está en la tribuna. Escucho algún disparate y por salud para no hacerlo me quedo en casa, ver algunas reacciones y comentarios me dan un poco de vergüenza. Cuando jugaba tampoco miraba fútbol por televisión, no era apasionado. Sí recuerdo ver al Barcelona de Guardiola, fue un deleite , nunca vi algo así».
Recoba tuvo una mención especial para su vínculo con Diego Maradona, quien lo invitó a su despedida: «Recuerdo que estábamos concentrados para jugar con la selección y nos invitaron a la despedida de Maradona, yo dije que lindo que el mejor o uno de los mejores de la historia te invite. Paco un día le dijo que había un zurdito que se parecía a el, hablando de mí, le erró por años luz. Lo que hizo en la cancha fue una locura, ese día no pude creer que me conocía y me vino a saludar. Mi señora es fanática de Diego, estaba mirando la tele y se puso a llorar con sentimiento cuando murió, son esas situaciones de alguien que es tan importante para el mundo que parece que fuera cercano . Me dio pena, angustia y tristeza. Hay que valorar lo que uno tiene y no planificar mucho la vida, disfrutarla, vivo el momento»